Muestreador portátil de aire evalúa la exposición personal al SARS-CoV-2 de los trabajadores de la salud en entornos de alto riesgo

El muestreador de aire pasivo, portátil, desarrollado por investigadores de la Universidad de Yale (Nueva Haven, CT, EUA) podría ser especialmente útil para los trabajadores en entornos de alto riesgo, como restaurantes o centros de atención médica.

La COVID-19 se transmite principalmente a través de la inhalación de aerosoles cargados de virus y gotitas respiratorias que las personas infectadas expulsan al toser, estornudar, hablar o respirar. Los investigadores han utilizado dispositivos de muestreo de aire activo para detectar el SARS-CoV-2 en el aire en entornos interiores; sin embargo, estos monitores suelen ser grandes, caros, no portátiles y requieren electricidad. Para comprender mejor las exposiciones personales al virus, los investigadores querían desarrollar un dispositivo pequeño, liviano, económico y portátil que no requiriera una fuente de energía.

El nuevo muestreador de aire pasivo portátil, conocido como Fresh Air Clip, adsorbe continuamente aerosoles cargados de virus en una superficie de polidimetilsiloxano (PDMS). El equipo probó el muestreador de aire en un tambor giratorio en el que generaron aerosoles que contenían un virus sustituto, un bacteriófago con propiedades similares al SARS-CoV-2. Detectaron virus en el muestreador PDMS mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), lo que demuestra que el dispositivo se podría usar para determinar de manera confiable las concentraciones de virus en el aire.

Luego, los investigadores distribuyeron Fresh Air Clips a 62 voluntarios, quienes usaron los monitores durante cinco días. El análisis de PCR de los clips detectó ARN del SARS-CoV-2 en cinco de los clips: cuatro fueron usados por servidores de restaurantes y uno por un miembro del personal de un refugio para personas sin hogar. Las cargas virales más altas (más de 100 copias de ARN por clip) se detectaron en dos tarjetas de servidores de restaurantes.

Aunque Fresh Air Clip aún no se ha comercializado, estos resultados indican que podría servir como una herramienta de detección semicuantitativa para evaluar la exposición personal al SARS-CoV-2, así como ayudar a identificar áreas de alto riesgo para la exposición en interiores, según los investigadores.

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Universidad de Yale